PRESSBOOK
Bárbara Alcalde: Exploradora de límites y creadora de universos.
Bárbara Alcalde se destaca como una artista transgresora de dictámenes.
Su enfoque va más allá de un mero inconformismo o rebeldía contra la rigidez de lo establecido o la estética implantada, como lo hicieron los revolucionarios en la historia del arte. Alcalde emerge como artista en una época en la que pareciera que todo ha sido inventado y explorado en el mundo del arte.
No obstante, es su insaciable curiosidad y su sed de conocimiento lo que la impulsa a trascender y crear una obra innovadora que abre nuevos espacios de percepción. La curiosidad y el conocimiento son los pilares fundamentales de su formación, moldeando el recipiente perfecto para albergar el destello transformador que define su estilo único.
El conocimiento es el cimiento de su obra, que abarca disciplinas como la arquitectura, las matemáticas, la geometría, la escultura, el dibujo realista, la pintura al óleo y la pintura digital. Impulsada por su curiosidad, Alcalde se aventura por caminos inexplorados en su país durante la década de los noventa, fusionando técnicas pictóricas tradicionales con herramientas digitales.
Su dominio de la gráfica digital muestra su ingenio al crear figuras y fractales mediante fórmulas matemáticas, recordándonos que todas las formas existentes en el universo contienen patrones interminables que se repiten sin cesar, evocando la vida primigenia.
La obra se caracteriza por fusionar la reflexión científica, la exploración tecnológica y la práctica artística tradicional, creando así un estilo distintivo y reconocible. Cada elemento presente en sus creaciones es cuidadosamente concebido y nada es dejado al azar. Cada componente se convierte en parte de un alfabeto visual que se entrelazan para narrar historias sutiles, impregnadas de simbología dentro de una estética elaborada y armoniosa tanto en forma como en color.
La personalidad vibrante de Alcalde se refleja en el humor presente en la composición de sus obras, donde temas serios como el origen del mundo, la vida y la muerte nos arrancan risas espontáneas y nos conectan sin resistencia a la reflexión. Como bien dijo Arthur Schopenhauer: "La risa es fruto de un humor que contempla amablemente las incoherencias e incongruencias de una existencia aparentemente absurda".
La obra de Bárbara Alcalde al contemplarla, también nos recuerda que la vida es lo suficientemente hermosa e impregnada de poesía como para vivirla con intensidad.
Malena Santillana
Curadora, Vicepresidente de América del Salon Comparaisons de Paris y Fundadora de los Museos Efímeros e Infinito.
Mayo 2023
20th Century Vessel
Alfonso Villarreal
Bárbara mostró sus aptitudes artísticas desde muy temprana edad.Tal vez esto no cause sorpresa,pero el hecho que lo hace digno de resaltar es que desde ese período abordó varias técnicas,principalmente la escultura, y ganó premios a nivel estatal y nacional.
Posteriormante,y a la par de dedicarse profesionalmente a la Arquitectura,sin dejar de lado su formación artística tomó cursos en Durango,Monterrey,Ciudad de México y París en disciplinas que ,a simple vista,podrían resultar totalmente disímbolas u opuestas pero en su obra se ven cristalizacas en una conveniente convivencia por de más suigéneris.Como es de esperarse en un artísta nato que busca su propia expresión, se ve orillada por el impulso interno a abandonar totalmente su práctica como arquitecta y lanzar su creatividad de lleno hacia la plástica,
retomando con nuevos bríos los conocimientos,estudios y experiencias plásmandolos en su quehacer artístico. Ahora bien, manejándolo no sólo desde la perspectiva tradicional,sino con los nuevos y más avanzados recursos de multimedia,haciendo la animación en ¨videoescultura¨ y convirtiendo el monitor de sus computadoras en caballetes o restiradores,para pintar con sofisticados sistemas,sin por esto dejarse llevar por la aparente facilidad de tomar y retocar imágenes ,sino con la complejidad de plasmarlas ,intervenirlas y animarlas,para después llevarlas a la tela,como soporte tradicional;y no conforme con esto brindarles el toque más humano y plástico incorporando pinceladaqs en ocasiones suaves, casi imperceptibles ,sólo delatadas por el reflejo de la luz,y en otras más claras y atrevidas,imprimiéndoles así mas emotividad,dejando completamente atrás el ser tan sólo una gráfica digital,sino convirtiéndolas en una obra totalmente original,haciendo converger perfectamente con las vanguardias de los principios del siglo XXI .
El tema central de las obras lo titula ¨ Los Recipientes¨, estos resultan no ser
cualquier tipo de recipiente,sino aquel que nos sirve a todos nosotros para
transitar por esta realidad: el cuerpo humano.
Existen mil y un términos técnicos basados en la historia del arte para poder explicar su obra de manera teórica. Retomando la formación crítica,debo hacer mención de que existe una fuerte influencia simbolista que obedece a una filosofía metafísica, convive con una asimilación pop convertida en un nacionalismo dentro de la globalidad.Lo más acertado sería decir que es postmodernista y que durante la observación más cándida los trabajos dialogan incansablemente con el espectador.
El mejor comentario crítico que he podido escuchar acerca de una obra,no solo de ella sino de cualquier otro artista,es el que hizo Jannette Van Capenhout, representante de la casa de Subastas Christie´s en México,
al visitar su estudio ¨En tus obras se concentra el arte del siglo XX¨.Estas breves palabras concretizan de la manera más certera el contenido,tanto conceptual como propositivo,de Bárbara Alcalde,artista que presenta su exposición individual en la Galeria Ittati de la ciudad de México.
ARTISTIC INFLUENCES IN THE THREE SERIES
Des maths sur chevalet, piédestal et en suspension
Au Grand Palais à Paris s’est tenue l’exposition Open Artcode des 3 au 9 novembre 2009. Le promeneur familier des salons de peinture et de sculpture tomba, surpris, sur un tableau représentant un objet fractal et des sculptures montrant un savoir mathématique inattendu.
Dali + Julia
La peinture est l’œuvre de Barbara Alcalde, artiste mexicaine. L’œuvre est surréaliste par sa dimension de rêve et l’intrusion d’une frontière fractale colorée. On est en présence d’un ensemble de Julia à la sauce Mandelbrot, tartiné de Dali, ou d’un Dali bordé d’un Julia. (photo 1)
Rotation et tour de manège
Côté sculptures, l’étonnement est aussi grand. Le Hollandais Karel Vreeburg travaille sur pierre. Sa sensibilité à fleur de peau associe beauté formelle (mathématique) et qualité du matériau (l’albâtre). Le promeneur découvre le ruban de Möbius en formation, non pas avec des ciseaux et du papier, mais avec un ciseau de sculpteur.
La démarche rappelle celle du parcours du clou fixé sur une roue qui roule sur le sol (cycloïde de Pascal). Au lieu de combiner une translation et une rotation, il combine deux rotations indépendantes l’une de l’autre, à l’instar de la terre qui tourne sur elle-même dans sa révolution autour du soleil. En faisant tourner un petit cercle dans le plan vertical yz autour d’un cercle directeur dans le plan horizontal xy, il dessine un anneau de Möbius sur un tore. Imaginons deux clous coïncidant, l’un sur le petit cercle, l’autre sur le cercle directeur. Si le clou du petit cercle tourne d’un angle α de 180° autour de l’axe x, il s’agit d’un ruban de Möbius, mais Karl Vreeburg s’amuse à varier l’angle α à loisir. Il ne fait tourner le clou du petit cercle que d’un demi-tour pendant que le clou du cercle directeur fait un tour de manège complet (360°). Le paysage qui en résulte est déroutant.
Dans une première œuvre (sculpture 1), le clou du petit cercle tourne d’un angle de 90°. Les deux clous ne sont plus opposés. Le ruban est perpendiculaire à lui-même. Il faut parcourir une seconde fois le cercle directeur pour avoir un Möbius. Oui, deux tours de manège sur le grand cercle. Ou faire tourner le petit cercle deux fois plus vite ! Dans une deuxième œuvre (sculpture 2), Karel Vreeburg fait tourner le petit cercle six fois plus vite en une révolution du cercle directeur. D’où l’hexagone au centre. Le Möbius est à nouveau réalisé, puisque l’angle a effectué un nombre impair de demi-tours (6x90° = 540°, soit 3 fois 180°).
L’artiste va plus loin encore : il remplace le cercle directeur par une courbe dans l’espace effectuant le plus simple des nœuds non triviaux, le nœud de trèfle (sculpture 3). Parfois l’œil s’y perd (sculpture 4), mais ailleurs (sculpture 5), le promeneur retrouve le Möbius (le point du cercle tournant autour du cercle directeur est creusé dans la pierre et constitue la fente).
Il n’est pas sûr qu’un visiteur rétif aux mathématiques se concentrerait sur ces jeux de manège… Seule l’impression compte ! L’artiste a réussi son pari : beaucoup de spectateurs ont le tournis !
Karel Vreeburg n’a pas l’intention de s’assagir. Avec le Möbius, il travaillait sur une surface comportant un seul côté. Il projette de sculpter un serpent qui avale sa queue (soit un tore) ressortant dans une autre partie du corps… On peut s’attendre à voir sculpter une surface sans côté. Un serpent en forme de bouteille de Klein…
Un monde en suspension
« C’est curieux, et c’est beau ! » s’exclame le public qui passe devant Clin d’œil, hommage à Matisse, un portrait en forme de cube, de cube dans un cube. Cet « hypercube » est couvert, en toutes ses parois, de fragments d’œuvres de Matisse, mêlant couleurs et dessins du peintre. Au centre du cube intérieur, flotte une sphère sur laquelle on reconnaît La danse de Matisse. Elle s’anime car la sphère est en rotation. « C’est superbe, magique ! », murmurent enfants et adultes, émerveillés par cette sphère tournante en lévitation. ( photo 2)
L’œuvre de Mary Brilli et Raymond Aschheim ravit. Concentrons-nous sur la sphère. Par quelle mécanique tourne-t-elle ? et quelle théorie mathématique cache-t-elle ? Raymond Aschheim, son concepteur, n’hésite pas à répondre.
- « Il n’y a rien de miraculeux. » La sphère est maintenue en lévitation par deux aimants de même pôle qui se repoussent. L’un est dans la sphère, l’autre en dehors, logé dans le boîtier sous elle. Mais comment stabiliser le système ? « Aucune prestidigitation recourant à des fils transparents, masqués par un procédé ingénieux. Non, on a affaire à la science. » On aurait pu donner à l’aimant dans la sphère la forme d’une toupie dont l’effet gyroscopique aurait empêché que la sphère ne bascule, mais encore aurait-il fallu entretenir le mouvement de la toupie ! D’où l’idée alternative d’installer, près de l’aimant dans le boîtier, des bobines capables de corriger son champ magnétique lorsqu’il est modifié par la bascule de l’aimant dans la sphère. Ce deuxième champ redresse celle-ci en permanence.
- « Mais comment tourne-t-elle ? » Le champ magnétique est nul. Il faut passer de la statique à la dynamique en donnant une impulsion qui perturbera, non pas le moment d’inertie ( « la sphère pourrait quitter son axe vertical ») mais l’aimant de la sphère (« on contrôle mieux »). Une petite chiquenaude, et hop ! la sphère tourne plus ou moins régulièrement. L’œuvre d’art commence par l’art de piloter un système instable. Bel exemple d’équilibre métastable en physique.
La sphère, tournant en suspension, est revêtue d’un mystérieux manteau mathématique. Elle apparaît comme un ballon de football. Un ballon dont la surface est composée de 32 faces (ou modules). Chacune a la forme d’un hexagone ou d’un pentagone. En leurs centres, 32 points invisibles…
Il s’agit d’une sphère 2D. Les 32 points sont en surface, une surface avec la topologie d’une sphère. Les 32 points constituent un graphe qui a la structure d’un réseau cristallin. Chaque point, défini par quatre coordonnées (en nombres entiers), est relié aux autres situés à une certaine distance, mais ce qui importe n’est pas leur position mais leur connexité. Chaque point est un nœud, en relation avec ses proches voisins et ses seconds proches voisins. L’image de synthèse, présentée par Raymond Aschheim, visualise cet hypercristal générant sa propre géométrie. ( photo 3)
Aux oreilles plus averties, l’artiste mathématicien (ou le mathématicien artiste) parle d’« algèbre e8 ». Le graphe polyvalent est remplacé par un graphe trivalent, plus simple. Cet aboutissement fait dire à notre explorateur :
Quand on se rapproche de la vérité, il y a un peu de beauté qui apparaît.
Spell of Consciousness
La teoría de los fractales, desarrollada por Benoit B. Mandelbrot en los años 70, nos plantea la necesidad de observar de manera diferente la realidad. Nos dice que la realidad es fragmentaria e irregular, donde la naturaleza y el arte han jugado una broma a las matemáticas (en especial a la geometría euclidiana). Nunca antes los científicos habían estado tan cerca de los poetas, de los artistas plásticos y los músicos.
La obra pictórica de Bárbara Alcalde busca un cierto orden en medio del caos que representa la comunicación humana. Su propuesta pictórica es una búsqueda del dialogo. En el dialogo se armoniza la respiración con las olas, con las alas y con el viento; donde los árboles y la naturaleza se difuminan; la ciudad luce su iluminación y sus fantasmas; la reflexión se da en cascada; los abismos terminan en oquedad; la figuras que se bifurcan y se fragmentan; las formas se afirman y se diluye en una danza. Esta estética del tiempo y el espacio en un movimiento de fractales, de fracciones de segundo donde el ser es un estar siendo.
Hechizo de la conciencia es una serie de cuadros trabajados con nuevas tecnológicas, donde la impresión digital se interviene y retrabada al óleo. Se procesa el dibujo formal con el diseño digital, luego se lleva al soporte por medio del ploter y de ahí a la forma natural del trabajo plástico.
La pintora Bárbara Alcalde define su trabajo como arte ultramoderno (concepto retomado de las reflexiones filosóficas de José María Marina), donde la realidad se multidimenciona en su propuesta visual.
El hechizo de la conciencia es un tropo (metáfora, metonimia y sinécdoque) que incorpora la intuición en quehacer pictórico. El hechizo de la conciencia es un estar siendo, una forma de volver al todo, de resignificar la información y la ausente de esta, es ver el agujero lleno en el centro, de crear figuras que se sostienen, se bifurcan, se expanden y se encuentran en el dialogo y a la vez en su se diluyen permanente.
La ultra-modernidad es una metáfora de la vida, la búsqueda del vórtice, del efecto creativo, de la influencia sutil en los cambios de la realidad.
La exposición que hoy miramos es una muestra del trabajo de Bárbara Alcalde. Son cuadros que van de los simple a lo complejo, de lo irracional a lo racional, de lo estático al movimiento, del silencio a la palabra, de la incomunicación a la comunicación, de la soledad al acompañamiento.
En el trabajo plástico de Bárbara Alcalde siempre sucede algo, tenemos la sensación, después de un rato de observar y pese a la repetición de conductas, que siempre está pasando algo en el espacios, algo profundo que se intuye al observar desde fuera. Sabemos que adentro algo sucede al mismo tiempo. Este proceso atrae profundamente la atención. En una forma total.
Hechizo de la conciencia es una búsqueda y un viaje de saberse un ser que esta siendo en el tiempo y el espacio; en la incertidumbre, en la incompletad y en la complementariedad del hechizo que significa estar conciente de lo que sucede, de lo que observamos que se mueve junto con nosotros.
Sergio García Díaz
Escritor
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