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DECLARACIÓN DE INTENCIÓN . BARBARA ALCALDE

Mi propuesta artística es de carácter digital mixto a través de la cual pretendo abarcar plásticamente todas las facetas de una nueva estética nacida de la era digital donde pinto con pinceles digitales y tradicionales en lienzo de tela y por último agrego fractales, imágenes generadas a raíz de una ecuación matemática que reproduce patrones repetitivos infinitos y que en muchos casos podemos ver que resultan muy similares a la naturaleza gracias a su aparición de los ordenadores.                   

Para fusionar estéticamente los elementos anteriores, integro una morfología plástica de manera que parezca pintura tradicional donde la humanidad vence a la maquina sin miramientos.

El arte pop en Latinoamérica prácticamente no estuvo presente, así que tomo el objeto, protagonista de esta corriente artística, a través de símbolos urbanos que todos reconocemos en la vida diaria y los reduzco en inferior proporción a la figura humana, dándole al ser humano el lugar que le corresponde : ser protagonista de la vida propia y no el objeto.

Estos elementos los voy agregando según temas que me van interesando en la vida y hago un estudio sobre los símbolos que los representan de manera universal.

Voy creando un pizarra virtual de nuevos signos jeroglíficos urbanos donde se va generando un nuevo abecedario como en la tabla de elementos químicos que al combinarse entre si va formando un nuevo lenguaje pictórico.

Al introducir estos símbolos urbanos universales en la figura humana o dejarlos en el contexto exterior, pinto intrínsecamente al individuo como recipiente de información , pasando lo mismo con su entorno ; Invito a un dialogo entre el interior de la psique humana y su contexto, facilitando así la consciencia de la interacción que se genera entre la propia percepción y el contacto con la vida externa mundana.

Trabajo la dicotomía que existe en las frecuencias , siempre hay dos caras del mismo concepto, el contraste entre opuestos como la luz y la oscuridad es lo que nos hace reconocerlas ; esto me lleva a entender que la única manera de avanzar es percibiendo si la información que traemos dentro del recipiente que somos es útil para manejar el exterior en función de nuestros objetivos.

SOBRE LO HUMANO EN LO DIGITAL

Mucha gente se ha cuestionado en los Ćŗltimos aƱos por la existencia real del Arte, hemos dejado elegir entre los anhelos por la representaciĆ³n plĆ”stica tradicional y la exploraciĆ³n de nuevos campos de la estĆ©tica que ha ido surgiendo a travĆ©s de la informĆ”tica.

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Como siempre en la Historia del Arte, a partir de nuevas realidades perceptivas se crean nuevas formas estĆ©ticas. Las interconexiones tecnolĆ³gicas y mediĆ”ticas de nuestro tiempo corresponden a muchas disciplinas, y por tanto, la evoluciĆ³n del Arte estĆ” relacionada con Ć©stas. Vivimos en una era de control; las computadoras personales afectan toda estructura social que tenemos: ciencia, psicologĆ­a, economĆ­a, finanzas, comercio, etc., impactando asĆ­ la conciencia y la estructura perceptiva visual. La sensibilizaciĆ³n Ć³ptica de las masas, urge a la evoluciĆ³n dentro del mundo tradicional de las Artes PlĆ”sticas, desde las viejas formalidades a las nuevas concreciones perceptivas. Nuestro tiempo, por tanto, exige un sistema de correspondencia entre el Arte y otras Ć”reas como la genĆ©tica, la topologĆ­a, la programaciĆ³n, la cibernĆ©tica, la electrĆ³nica, los medios, etc.

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Si consideramos la cultura como un todo orgĆ”nico donde cada elemento tiene una organizaciĆ³n, las computadoras y sus redes se convierten en un importante fenĆ³meno cultural de nuestro tiempo. La geometrĆ­a fractal neoeuclidiana hace que las matemĆ”ticas se encarnen a travĆ©s de ellas en un nuevo sistema geomĆ©trico, una nueva realidad, por tanto, una nueva estĆ©tica. Los fractales son ecuaciones matemĆ”ticas materializadas en la pantalla, como geometrĆ­as fraccionadas con propiedades de similitud en todas sus partes que se asemejan a la descripciĆ³n geomĆ©trica y matemĆ”tica de objetos naturales aparentemente irregulares.

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Hasta aquĆ­, la informaciĆ³n computarizada aparece como un soporte inanimado ideal de luz, espacio y tiempo, tal como querĆ­an las vanguardias de principios del siglo XX, sin pretender lograr de manera definitiva, lo que despuĆ©s de un siglo no se ha cumplido: su idea del Arte en marcha. en la vida misma, ya que el arte dejarĆ” de ser una representaciĆ³n del gusto cuando esto suceda.

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El verdadero reto de hoy para el artista es entender  los peligros de la tecnocracia, detenerlos redimiendo la comunicaciĆ³n plĆ”stica con la humanidad actual, sin dejar escapar las oportunidades que puedan existir para el arte digital.

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La relaciĆ³n entre arte y tecnologĆ­a siempre ha sido incĆ³moda porque, aunque cada vez existen conexiones mĆ”s estrechas y persistentes entre ellos, se piensa que los consideramos como dos mundos diferentes. Sin embargo, consideraciones de simetrĆ­a, sencillez y elegancia en la representaciĆ³n simbĆ³lica, asĆ­ como cualquier otra forma de estĆ©tica matemĆ”tica, juegan importantes atribuciones en ambas disciplinas. La mezcla es cada dĆ­a mĆ”s evidente; podemos observar un paisaje pitagĆ³rico a travĆ©s de la armonĆ­a matemĆ”tica tanto en los fractales como en la Naturaleza.

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AĆŗn asĆ­, los inconvenientes continĆŗan, ya que son las bifurcaciones y contradicciones inesperadas las que interesan en toda obra de arte.

El arte como objeto mental de origen inesperado, que sirve para establecer una conciencia entre el hombre y su contexto, nos arroja una ambigĆ¼edad en nuestro tiempo entre el arte tĆ©cnico y la tecnologĆ­a aplicada artĆ­sticamente.

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El dilema no es que el arte acuƱe la tecnologĆ­a digital, sino la capacidad del artista para comunicarse, ya que todos pueden ingresar a una computadora y generar una imagen digital, pero no todos pueden crear esta conciencia y tocar las almas con la imagen, y ademĆ”s, de la incapacidad real de los especialistas en arte para desarrollar mĆ©todos o modelos para evaluar el talento plĆ”stico en sus nuevas formas de expresiĆ³n.

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Como dijo Martha Mayer Erlebacher: ā€œā€¦ El arte es la racionalizaciĆ³n mĆ”s posible de nuestros miedos, alegrĆ­as e instintos mĆ”s profundos como seres humanos. Los artistas visuales deben intentar explicar la vida metafĆ³rica y poĆ©ticamenteā€¦. La dimensiĆ³n estĆ©tica es portadora de esperanzaā€¦ā€

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Y, si esto es cierto, el arte digital va mucho mĆ”s allĆ” de un simple ā€œclic de Photoshopā€.

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El discurso de esta obra de arte gira en torno a la interacciĆ³n que existe entre el ser humano y el objeto, toda relaciĆ³n entre lo material y lo inmaterial.

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El objeto como sujeto primario en el Pop Art (propuesta artĆ­stica prĆ”cticamente perdida en MĆ©xico durante los aƱos sesenta y setenta), es retomado en estas piezas, reducido e inserto en el ser humano: protagonista y contenedor de diferentes universos. De acuerdo a estas diferentes visiones individuales del Cosmos, la relaciĆ³n entre el exterior y el interior se mantienen, entrelazan y relacionan de diferentes maneras creando diferentes realidades, por diferentes que sean las historias personales.

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En unas ocasiones la materia supera a la no materia, y en otras, la mayorĆ­a de ellas, la materia supera al ser humano. El objeto, desde los aƱos 60 y con el apoyo de los poderosos, ocupĆ³ el lugar que nos corresponde por derecho, convirtiĆ©ndose  en el protagonista de nuestra propia vida, dĆ”ndole nuestra libertad, por el contrario de lo que esa joven generaciĆ³n idealizĆ³.

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 Se confunde la valoraciĆ³n del ser humano con el valor econĆ³mico, dejĆ”ndonos con un sistema donde la bĆŗsqueda personal es fĆ”cil de olvidar...

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Se altera la percepciĆ³n y se complican las relaciones, bautizando conceptos y situaciones con nombres que semĆ”nticamente no corresponden a su significado.

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Somos esclavos del objeto.

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